Hace falta el viejón, ese de la montaña, conforme pasan los días Culiacán
más lo extraña, no se borran aquellos recuerdos, con cachucha negra, su
voz de respeto, que amable era el viejo, fueron buenos tiempos, formando
un imperio.
Iván y Alfredo son los herederos.
Queda la escuela del Señor Guzmán, allá en la tuna lo van a extrañar, su
madrecita lo va a recordar, sus oraciones llegan al penal.
Una leyenda del negocio es, se le hizo vicio eso de crecer y con Don Mayo
siempre estuvo al 100, son dos compadres con mucho poder.
Y al enemigo se respeta también.
Lo era, es y será, de los más grandes capos, el negocio trajo guerras, pero
ya terminaron, de confianza su compadre Mayo, tomando cuartitos, dos
jefes al mando, quedó comprobado, que no por ser chapo, iba a ser
dejado.
Porque lo de uno siempre hay que cuidarlo
Queda la escuela del Señor Guzmán, allá en la tuna lo van a extrañar, su
madrecita lo va a recordar, sus oraciones llegan al penal.
Una leyenda del negocio es, se le hizo vicio eso de crecer y con Don Mayo
siempre estuvo al 100, son dos compadres con mucho poder.
Y al enemigo se respeta también.